lunes. 06.05.2024

Poco queda por decir de José Miguel Antúnez que no se haya dicho en las últimas veinticuatro horas. Su muerte es prácticamente de lo único que se habla en Ceuta en el último día. Antúnez, el policía local. Antúnez, el sindicalista afín al PSOE. Antúnez, el ciclista y corredor. Da igual cual sea la primera faceta que se recuerde de el: Ceuta sigue en estado de shock.

Se nota en el Tanatorio, al que prácticamente es imposible acceder. Lo hacen, entre otros, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas o el delegado del Gobierno, Rafael García. Mientras tanto, llegan todos los agentes de la Policía Local salvo los que están de servicio y también varios ciclistas. Los de su club, Titanes, pero otros muchos a título particular. Sus compañeros del mundo sindical hacen piña, abrazándose "Hace horas estábamos hablando por teléfono y hoy estamos aquí ", nos dice uno entre lágrimas. 

Minutos después del sepelio, parte el cortejo. Sebastián Vega, superintendente, insiste en que "lo prioritario es la familia " a la hora de organizarlo. Incluso, se acerca al padre del fallecido para cerciorarse de que no necesita nada antes de comenzar el trayecto a Santa Catalina. 

Minutos después, y a hombros de sus compañeros, el ataúd entra en el horno crematorio. Un silencio contenido envuelve el momento. Lo rompen las lagrimas de los familiares, aplausos de los presentes y un grito que queremos, también hacer nuestro para concluir este texto: "¡Adiós, campeón!"

 

Multitudinario sepelio de José Miguel Antunez, "un compañero ejemplar"