domingo. 12.05.2024

Posiblemente, la vida de Rachida Jraifi habría cambiado radicalmente si no le hubiera hecho caso a Reme Micó en la noche del doce al trece de marzo de 2020. "Ella estaba tomando clases en el bachillerato, tenía exámenes y esa noche acabó tarde, cosa de las nueve de la noche. Hacía una noche mala, y le dije que no cruzase la frontera. Era tarde y le dije que se quedara en casa, y que a primera hora del viernes, si quería, se fuese a Marruecos". No hubo frontera que cruzar a primera hora de ese viernes. Desde las dos de la madrugada de esa noche de frío y lluvia, El Tarajal se cerró por culpa de la pandemia.

 

"Yo la invitaba a que estudiara, porque ella cursó estudios en Kenitra (Marruecos), y desde luego merece algo mejor que estar limpiando casas", cuenta Remedios. Cuando estalló el primer confinamiento "pensamos que iban a ser quince días, luego un mes, y aquí vamos ya, para dos años". Rachida, que se ha convertido desde el pasado mes de agosto en la portavoz de las porteadoras, admite que "he tenido mucha suerte, con mi 'mami Reme'. Ella me ha acogido, no he tenido problemas en ningún momento y estoy muy agradecida".

En cierto modo "Rachida tuvo suerte de que no cruzase la frontera aquella noche, a pesar de que eche mucho de menos a su familia". La empleada de hogar asiente y abunda: "pertenezco a una familia de nueve hermanos, que prácticamente se han quedado todos en paro a raiz del cierre de la frontera en Marruecos. Todo lo que gano aquí es para tirar del carro", aunque lleve dos años sin ver a sus familiares "y sin reconocerme ni a mi misma. Yo echo de menos a la Rachida de hace dos años, a la mujer que yo era antes del confinamiento".

 

Un confinamiento en el que han estrechado lazos. "Han sido momentos duros, pero las dos hemos forjado un vínculo" que va mucho más allá de lo contractual. Reme Micó recuerda "como en los primeros momentos, con las clases online, me veía y me deseaba para que ella siguiese el ritmo de sus estudios, con tanto correo y tanto tutorial".

No son solo dos mujeres, dos nacionalidades. También dos religiones y dos cocinas. "Yo le he enseñado a ella a cocinar platos españoles y ella trató de enseñarme a cocinar platos marroquíes, pero a mi edad ya no estoy para aprender sino para degustar", cuenta con sorna Reme. Rachida apostilla "lo bien que le salen a ella el pollo con almendras, los chocos en salsa o el arroz con verduras. Cuando lo hace, como y ceno; se nota que Reme es de origen valenciano".  Reme remata la conversación "me acuerdo que hizo el Ramadán y luego la Fiesta del Cordero. Estábamos las dos solas e hizo comida para un regimiento". Por no hablar de que "hay momentos del día en que ella está rezando para La Meca y yo a mi Virgen de África", cuenta Micó.

Lo que si señalan las dos es la situación tan adversa que viven decenas de personas que no pueden regresar a Marruecos por temor a perder sus puestos de trabajo y el sustento a sus familias. Rachida insiste en lo dicho la semana pasada cuando le entregaban un premio con motivo del 8 de marzo "no generalizo, pero pediría a algunas empleadoras que tratasen a sus empleadas como les gustaría que las tratasen a ellas. Que esas chicas tuviesen la suerte que yo he tenido". Algo que sucribe también Reme Micó "que igual que se buscan soluciones para otros problemas sobrevenidos, como es por ejemplo el de los menores que entraron en Ceuta el pasado año, puedan buscarse para estas mujeres. En algunos casos, hay padres e hijos que llevan dos años sin verse".

El ramo de flores que Rachida recibió la semana pasada, por cierto, ocupa lugar prioritario en el salón familiar. Bajo las fotos del cabeza de familia, fallecido hace cinco años. Las fotos que el hizo: esta historia tan humana y entrañable bien hubiera merecido que el marido de Reme -del que aún se habla en presente-  la hubiera captado con su cámara. Bien hubiera merecido una foto de Pepe Gutiérrez: para toda la 'tribu' el maestro, el amigo, el hombre que encerraba amaneceres dentro de un objetivo...

Reme y Rachida: la 'familia' que surgió tras el cierre de la frontera