miércoles. 08.05.2024
SESIÓN DE INVESTIDURA

Ocho prioridades, el reconocimiento del Estado Palestino y ni una mención a Ceuta

Dos horas, eso es lo que ha durado el discurso de Pedro Sánchez en el arranque de la sesión de investidura que acabará por convertirle en presidente del Gobierno durante la jornada de este jueves. Dos horas en las que el presidente en funciones y aspirante a la reelección no se ha acordado ni una sola vez de nuestra ciudad y en la que ha puesto sobre la mesa sus ocho prioridades para los próximos cuatro años y un objetivo internacional: el avance hacia el reconocimiento del Estado Palestino.

Pedro Sánchez durante su intervención en el debate de investidura / Congreso.es
Pedro Sánchez durante su intervención en el debate de investidura / Congreso.es


Más de una hora ha tardado el presidente en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, en centrar su discurso en las propuestas con las que se presenta ante el Congreso para obtener su confianza. Ocho objetivos prioritarios con los que ha terminado su discurso y que pasan por culminar la modernización y la transición verde y digital de la economía del país, reforzar el estado del bienestar, mejorar el acceso a la vivienda, impulsar la transición ecológica, garantizar que España siga siendo un referente en materia de igualdad, el refuerzo del estado autonómico, “avanzar en el reencuentro” para la convivencia a través de la amnistía catalana o avanzar en en entorno europeo. Ocho objetivos que ha desgranado poniendo sobre la mesa parte de las medidas ya anunciadas durante la campaña y otras nuevas en los que, pese a abordarla al final, la cuestión de la amnistía ha sido la principal protagonista.

Y es que el aspirante a renovar la presidencia del Gobierno no ha dudado a la hora de señalar que la misma “es perfectamente legal, acorde con la Constitución” y asegura que “de hecho, es una medida que se está aplicando en otros países, como Francia, Alemania o el Reino Unido, y que el Tribunal Constitucional ha rubricado anteriormente”. El problema del PP y Vox, ha continuado Sánchez, no es con la amnistía, sino con que es la izquierda quien accederá, de nuevo, al Gobierno de la Nación, de ahí, ha insistido “sus aspavientos” de las últimas semanas. Respecto a quienes se manifiestan en las calles, ha asegurado respetar su derecho constitucional a hacerlo, si bien ha querido recordarles que hay un “derecho superior”, el derecho a voto, que se ejerció constitucionalmente el 23 de julio y del que el Parlamento que mañana votará su investidura es representante.

Fuera de esta cuestión, Pedro Sánchez ha dedicado gran parte de su discurso a incidir en la postura que su partido ha venido manteniendo desde el descalabro en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, el de los acuerdos del Partido Popular con Vox en 5 autonomías, 5 diputaciones provinciales y más de 130 ayuntamientos que contribuyen a “blanquear a la extrema derecha”. Y es que, ha insistido Sánchez, el PP se está viendo arrastrado por Vox en estos territorios y es así como se inician las olas reaccionarias.

Más allá de estas cuestiones, nada nuevo bajo el sol de un discurso de Sánchez en el que no ha habido ni una sola mención a Ceuta y Melilla, ni siquiera cuando ha abordado una de las prioridades de esta legislatura, el refuerzo del estado del bienestar, con menciones a la Atención Primaria, la salud mental o la Educación, cuestiones todas ellas en las que su Gobierno, el de la Nación, es competente en ambas ciudades, de hecho son los únicos territorios en los que lo es, pues en el resto las competencias están transferidas a las autonomías.

El discurso del presidente del Gobierno ha finalizado en torno a las dos de la tarde y tras el mismo comenzarán los de todos y cada uno de los grupos con representación en el Congreso, siendo el primero en dar la réplica el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo

Ocho prioridades, el reconocimiento del Estado Palestino y ni una mención a Ceuta