1974. La canción que tumbó un régimen (50 años)
Generalmente, las revouciones y levantamientos populares suelen saldarse con ríos de sangre: es así, no le demos más vueltas. Pero este año se cumplen cincuenta años de la Revolución que puso final al régimen de Salazar en Portugal. Hermosa e inspiradora: una canción, Grandola Vila Morena, es emitida a una hora concreta en una emisora determinada. La canción que Zeca Afonso dedica a la sociedad cultural de Grandola es la señal. Los coroneles salen a la calle, con el abrigo del pueblo. La imagen de los manifestantes en las calles de Lisboa colocando claveles en las bocas de los fusiles es icónica. Portugal nacía, aquel día de abril, a la democracia.
1979. El ídolo que se presenta en Japón (45 años)
Aquel año fue el de las primeras elecciones municipales en España o el de la caída de Reeza Pahlevi en Persia, dando lugar al aterrador Irán de Jomeini. Pero también del nacimiento de un ídolo del que hablaríamos y oiríamos hablar mucho en años siguientes. En un país con escasa tradición futbolera como Japón, se celebraba la II Copa del Mundo Juvenil de fútbol. Y Argentina logra el título, un año después de que la albiceleste lograra el primer título absoluto de su historia. Al frente de aquellos jóvenes, un chico que estuvo a punto de estar en la lista de un año antes. Jugaba en Argentinos Juniors, se llamaba Diego Armando Maradona y en 1979 fue elegido mejor jugador de aquel torneo. El resto es historia.
1984. Era medianoche en Bhopal. (40 años)
En el tránsito justo entre el 2 y el 3 de diciembre de 1984, una explosión se produjo en una fábrica de pesticidas, propiedad al 51% de una compañía estadounidense y al 49% del Gobierno de la India. Era medianoche en Bhopal cuando esa nube de isocianato de metilo ocasionó 25.000 muertos y 500.000 heridos. Era medianoche en Bhopal cuando se produjo una de las mayores tragedias laborales de todos los tiempos. Era medianoche en Bhopal: título elegido por el Premio Convivencia 02, Dominique Lapierre y su sobrino, Javier Moro, para que aquella tétrica historia perdure en el tiempo.
1989. Adios al muro de la vergüenza (35 años)
El muro que dividia en dos al mundo, el muro que partía por la mitad una ciudad y un país, el muro que separaba dos maneras de entender la vida y simbolizaba la Guerra Fría como nada, caía una noche de octubre. El Muro de Berlín era derribado de medianoche; era la consecuencia final pero más simbólica del derrumbe de los regímenes comunistas, que caen como un castillo de naipes a finales de los 80. Cayó el muro, y un año más tarde lo hizo uno de los regímenes más terroríficos que haya conocido Europa: la República Democrática (oxímoron) Alemana.
1994. Dios se fue de vacaciones (30 años)
Un avión se estrelló en un lejano confín de África. Murieron todos sus ocupantes, entre ellos el presidente de Ruanda. Aquello ocurrió en abril. Mientras, el periodista más infame de todos los tiempos, Georges Ruggiu (en libertad en estos momentos; por tanto, podemos cruzárnoslo por la calle: tengan cuidado, especialmente si viajan por Italia) repetía como un mantra una frase que encriptaba la señal para el horror. "Hay que talar las copas más altas. Hay que matar a las cucarachas negras". Si la radio portuguesa de veinte años antes emitía una canción de esperanza, la Radio de las Mil Colinas ruandesa daba la señal para que comenzara el mayor genocidio de las últimas décadas. Un millón de muertos a machetazo limpio en seis meses. Cuando el mundo (Francia y Bélgica principalmente) se dio cuenta, la tragedia no tenía remedio. Lo definían gráficamente algunos periodistas locales "Dios se fue de vacaciones" en aquel 1994 que siempre será de los peores recuerdos para la memoria colectiva de la humanidad. El financiero de aquello, Felicen Kabuga, agota su despreciable existencia zafándose de la justicia mundial al padecer Alzheimer en La Haya.
1999. El 'susanazo' (25 años)
La atención informativa nacional se situaba, horas después de aquel 13 de junio de 1999, en dos puntitos del mapa. El partido de Jesús Gil y Gil ganaba en Ceuta y Melilla y ponía en un auténtico brete a PP y PSOE. Ambos partidos se pusieron de acuerdo para impedir que Antonio Sampietro en Ceuta y Crispín Lozano en Melilla lograsen presidir las dos Ciudades. La cosa les salió regular: el PSOE le encarga la faena a Ramón Jáuregui, que con menos tacto que Eduardo Manostijeras, cabrea a la militancia de su propio partido, poco proclive a pactar con el PP y el PDSC en Ceuta. Resultado: en Melilla el presidente no es Juan José Imbroda, entonces en Unión del Pueblo Melillense, sino Mustafa Aberchán. En Ceuta, Jesús Fortes es investido, pero culminando la Feria de Agosto llega la bomba: Susana Bermúdez, número cinco dea un PSOE en el que habían dimitido los tres primeros, firma una moción de censura para aupar a la Presidencia de la Ciudad a Antonio Sampietro, que antes de aquella campaña solo había estado una vez en Ceuta para comprar quesos de bola y chaquetas de cuero. Durante agosto de 1999, España entera se consagra a la búsqueda de Susana Bermúdez mientras en Ceuta hasta la CNN -si, la CNN- despliega equipos en directo y a diario. Bermúdez estaba en Ronda, Sampietro duró un año y medio antes de que su mujer de confianza, Aida Piedra, firmase una moción de censura que en febrero de 2001 aupó al número cinco de la segunda lista más votada. Juan Vivas. Susana Bermúdez solo habló una vez de aquello, con Ceuta Televisión, para admitir que si volviera a nacer no repetiría la experiencia...
2004. Atocha: sin más (20 años)
Nada hay que decir de aquello que no hayamos dicho ya. Si acaso, recordar que ocurrió para que se tenga presente entre las nuevas generaciones. Veinte años desde que varios trenes cargados de explosivos estallaron en Madrid. 1 93 muertos, varios heridos graves y un país abierto por las costuras a las puertas de unas Elecciones Generales que ganó el PSOE. Un país en el que, desde ese día en adelante, la desconfianza en las instituciones no ha dejado de germinar. En los días siguientes, una conocida nevista satírica que sale los miércoles representaba un muñeco caracterizado como el mapa de España con un vendaje en el pecho. "Se me paró el corazón, y no veas como duele", decía. Sin más.
2009. Un presidente humano (15 años)
Vale que posiblemente haya sido la figura más carismática en décadas de la política mundial. Vale que por primera vez un hombre de piel negra entraba como presidente en la Casa Blanca. Pero las expectativas depositadas en Barack Obama fueron tan elevadas como irreales. El mundo necesitaba una nueva esperanza, pero la gente llegó a creer en serio que este abogado de origen keniata podria acabar con su sola presencia con las guerras, el hambre, el cambio climático, la esclavitud, el racismo, la homofobia y hasta las sandalias con calcetines entre otros males que azotan a la humanidad. Obama, que tomó posesión hace quince años, estuvo dos mandatos mejor que peor. Eso si: le cayó un Nobel de la Paz preventivo por la esperanza que representaba. En consecuencia a ello, envió tropas a Siria y apoyó las rebeliones militares en la denominada Primavera Árabe. Para la historia su mensaje a la nación anunciando la ejecución de Osama Bin Laden.
2014. Una maldita mañana de febrero (10 años)
2014 fue el año en que abdicó Juan Carlos I, murió Adolfo Suárez, eclosionó Podemos o el Real Madrid logró la décima Copa de Europa. Pero en Ceuta es imposible disociar el recuerdo de aquel año de la muerte de 16 personas cuando trataban de cruzar a nado a través del espigón de El Tarajal. La justicia española ha fallado, en varias ocasiones, que la actuación de los agentes de la Guardia Civil fue la correcta en una mañana en la que todo lo que pudo salir mal, salió peor.
2019. El heraldo del infierno (5 años)
A finales de 2019, las agencias de noticias empezaron a reportar noticias sobre un extraño virus hallado en un remoto confín de un país lejano. La advertencia la daba el 30 de diciembre de 2019 Li Wenliang, un oftalmólogo chino de 34 años que a través de redes sociales daba a conocer la mutación del coronavirus. Fue reprendido por las autoridades chinas, acusado de generar falsa alarma, y murió en febrero de 2020. Para entonces, la pesadilla que anunció al mundo era una realidad y la humanidad sería confinada semanas después, en un hecho sin precedentes.
