Un viernes más los habitantes de Castillejos (Fnideq) se han lanzado a las calles de esta localidad fronteriza para reclamar la reapertura de la frontera. Se trata del cuarto viernes en el que los ciudadanos de esta ciudad vecina a Ceuta se manifiestan requiriendo a las autoridades la apertura del tránsito fronterizo que es vital para una localidad que hasta el pasado mes de marzo vivía del intercambio con Ceuta.
Un intercambio que iba más allá del conocido como comercio atípico y que incluía a los centeneres de trabajadores que cada jornada cruzaban la frontera para trabajar en nuestra ciudad, los trabajadores transfronterizos (entre ellos las empleadas del hogar) que tras prácticamente un año de frontera cerrada han perdido todos sus ingresos.
Junto a estos sectores, el comercio de la vecina localidad también se ha visto resentido ante la imposibilidad de los ceutíes de cruzar la frontera y comprar al otro lado, tal y como demuestra que ya el pasado otoño el 90 por ciento de los comercios de la misma hubieran echado abajo la persiana.
Un cierre fronterizo del que en apenas dos semanas se va a cumplir un año (Marruecos cerraba unilateralmente la frontera el 13 de marzo de 2020, antes de que en España se decretara el Estado de Alarma) pero cuya crisis se remonta a meses antes de aquel momento, cuando las autoridades marroquíes comenzaron a poner trabas al tránsito entre los dos países.
Desde entonces, el comercio de nuestra ciudad también se ha visto resentido, y mucho. Una prueba más de que el intercambio y la buena vecindad son vitales para los dos países.
