Los dos menores acusados de participar en el secuestro y asesinato del joven Mohamed Alí se sentarán en el banquillo el próximo miércoles. Lo harán en el juzgado de menores, puesto que ambos eran menores de 18 años en el momento en que ocurrieron los tétricos acontecimientos. Así lo han confirmado a Ceuta Televisión fuentes judiciales.
El se enfrenta a ocho años de internamiento cerrado, y ella a una pena algo menor, de siete años y medio, según precisaron las fuentes consultadas. Los dos son coetáneos de la víctima, pero la legislación obliga a que se les encause como menores de edad.
Los hechos, recordarán, ocurrieron el 13 de enero de 2022, cuando el joven Mohamed Alí salió de su casa para nunca más volver. Horas después, su madre formulaba una denuncia ante la Jefatura Superior de Policía. De inmediato, se organizaban batidas ciudadanas para tratar de encontrar al joven, puesto que Ashma, su progenitora, insistía en que era imposible que se hubiera ido de modo propio sin avisar.
Poco más de un año después, y tras varios meses de pesquisas policiales, estas daban sus frutos. Se detenía a tres personas -un mayor de edad y dos menores en el momento de los hechos- como presuntos autores de un delito de secuestro y asesinato. Días después, y tras varias jornadas de búsqueda por parte de la Policía Nacional, se hallaban los restos mortales del joven.
El móvil de los hechos parece ser un vídeo supuestamente comprometedor que el joven fallecido tenía en su poder. Según el sumario, Mohamed Alí accedió a reunirse con los otros tres en el vehículo de uno de ellos. Cuando se percató de lo delicado de su situación, trató de huir en vano: le golpearon en la cabeza con un bate de beisbol y, tras certificar su fallecimiento, lo enterraron en una zona cercana a La Ponderosa. Incluso, llegaron a barajar la opción de quemar el cadáver para no dejar huella.
El conductor del vehículo, único mayor de edad en el momento de los hechos, tendrá que enfrentarse a un juicio ajeno, por tanto, a la legislación en materia de menor.
