La comunidad del "Edificio de Colores" ha estado viviendo un periodo de incertidumbre desde el incendio que se desató en sus instalaciones, obligando a todos los residentes a desalojar el edificio. A medida que las labores de recuperación avanzan, la posibilidad de regresar a sus hogares se ha vuelto un tema central de discusión entre los vecinos.
El informe patológico emitido por el Instituto Técnico de Materiales y Construcciones ha arrojado un rayo de esperanza para la mayoría de los residentes. Según el informe, no es necesario mantener el edificio desalojado en su totalidad, con excepción del local de planta baja y algunas viviendas y locales de la primera planta, donde es necesario sustituir el forjado.
Esto significa que los vecinos que tienen sus viviendas en las plantas superiores a la primera podrían reubicarse en sus hogares una vez que las tareas de limpieza y reparación de instalaciones se hayan completado, según el informe patológico. Sin embargo, esta conclusión ha generado cierta incomodidad entre los residentes, ya que el proceso de regreso podría llevar más tiempo del esperado.
La incertidumbre sobre el plazo exacto para el regreso ha suscitado cierta frustración entre los afectados, quienes esperan ansiosamente poder volver a la normalidad. Sin embargo, el proceso de reparación y rehabilitación es fundamental para garantizar la seguridad y habitabilidad del edificio.
El informe patológico también arroja luz sobre el origen del incendio, sugiriendo que este se inició en la entreplanta y se extendió desde allí. Además, el informe menciona la existencia de una ampliación en la entreplanta, la cual fue realizada mediante un forjado de chapa colaborante sin protección contra incendios. Esta revelación podría tener implicaciones importantes en las investigaciones posteriores sobre las causas del incendio.
El "Edificio de Colores" se encuentra en un período de transformación y recuperación tras el devastador incendio. Aunque el informe patológico sugiere que la mayoría de los vecinos podrían regresar a sus viviendas en cuanto las condiciones lo permitan, el futuro regreso de los vecinos dependerá de las decisiones y recomendaciones del arquitecto encargado de las obras, quien tendrá la responsabilidad de garantizar la seguridad y habitabilidad del edificio antes de permitir que los residentes vuelvan a sus hogares.
