La Sección Sindical de la FeSP-UGT ha recordado que viene denunciando desde hace tiempo las condiciones laborales que sufren los trabajadores del registro del Ceuta Center, pero consideran que esta situación ha alcanzado ya unos límites que resultan intolerables para unos empleados públicos que sufren vejaciones, insultos y malos tratos por parte de algunos "ciudadanos" incívicos y sin educación que humillan, afortunadamente la mayoría de las veces de palabra, a los trabajadores que cumplen un servicio público destinado al ciudadano.
El sindicato ha denunciado que este martes una usuaria profirió graves insultos y vejaciones a los trabajadores. UGT teme que, ante la impunidad de que disfrutan estos incívicos, en cualquier otra ocasión pueda acabar cualquier día en agresiones físicas. Todo ello, critican, ante la pasividad del Gobierno de la Ciudad que teniendo constancia de estos hechos se encoge de hombros en un lugar de contratar, como vienen exigiendo hace mucho tiempo, un servicio de vigilancia de seguridad.
A pesar de que este servicio se prestó en otro tiempo, al parecer se retiró por falta de consignación presupuestaria, es decir, aquí no hay dinero para que estos trabajadores puedan desarrollar su trabajo sin sobresaltos, mientras, señala UGT, “con la mayor desfachatez del mundo se nombran altos cargos a porrillo sin que exista el más mínimo problema presupuestario”.
UGT ha dirigido un escrito a la Consejería de Hacienda, responsable del área, para que, de inmediato contrate un servicio de vigilantes de seguridad. Han asegurado que si este problema no queda resuelto en esta semana van a adoptar medidas contundentes para que se solucione de una vez por todas.
UGT han advertido que acudirán a la Inspección de Trabajo parta solicitar el cierre de las instalaciones mientras no haya seguridad para estos empleados públicos, así como otro tipo de medidas que hagan ver a los responsables del Gobierno Local que con la integridad física de los trabajadores no se juega.
El sindicato ha expresado su hartazgo sobre que se obvie este grave problema, hasta que ocurra alguna desgracia en forma de agresiones físicas. “No lo vamos a tolerar” concluyen.
