Los pronósticos se cumplieron, finalmente, y el Manchester City se impuso al Inter de Milán. No fue fácil para los de Guardiola: Simone, el menor de los Inzaghi, ha trabajado milimétricamente un equipo que apenas deja concesiones al rival. Para bien o para mal, el Inter es el último reducto del fútbol italiano clásico: físico, agotador, exasperante y con un gran sentido táctico.
Sin embargo, en algo en lo que en el país trasalpino siempre han sido maestros, llegó el gol del partido. Un zapatazo desde fuera del área de Rodrigo Hernández, posiblemente el jugador español más forma del momento, se colaba por el lateral de la portería neroazzurra para dar al City la primera Champions de su historia. Onana, que antes había tenido un par de intervenciones meritorias -en especial en la primera parte-, no hizo nada aparte de ser un espectador de lujo.
El Inter también las tuvo: antes del gol de Rodri, a Lautaro se le hizo de noche delante de Ederson, e instantes después del tanto del madrileño, fue el belga Romelu Lukaku el que sacó involuntariamente un remate de su compañero Di Marco con el brasileño del City ya batido.
En el plano de las individualidades, no fue la noche más destacada para Erling Haaland, bien amarrado por la defensa neroazurra. Barella, acaso el jugador más desequilibrante de un Inter tan conjuntado como falto de brillo individual, tiró varios centros al área 'citizen' que, o bien no llegaron a ninguna parte, o bien murieron presos de una bisoñez increíble para una delantera de final de Champions. Aún así, la tuvo Lukaku en el minuto 88, con un remate picado de cabeza en el que lo más difícil era hacer lo que hizo: echarle el balón al pie de Ederson.
Así pues, el City logra su primer entorchado en la máxima competición continental, y completa una temporada espectacular. Josep Guardiola iguala a Zidane con 3 Champions, y se situa a una de Carlo Ancelotti. El de Santpedor vuelve a alzar una Copa de Europa doce años después de su último triunfo, precisamente contra el United en Wembley. Inglaterra, además, se consolida como la gran liga europea. Por si quedaba alguna duda, de las tres competiciones europeas dos cruzarán el Canal de la Mancha, tras el triunfo en la Conference League logrado por el West Ham United frente a la Fiorentina. Manchester es, tras Milan, la segunda ciudad europea con dos campeones continentales y la Premier sigue siendo el equipo con más Campeones de Europa: Liverpool, con 7, Manchester United con 3, Nottingham Forrest y Chelsea con 2, además del Aston Villa con 1 esperaban a un City que hace apenas quince años era un equipo que sobrevivía en la mitad baja de la tabla, a la sombra de sus rivales y vecinos, y hoy mira al planeta fútbol desde el escalón más alto. Cuestión de talento, pero también de una libra esterlina cada vez más pujante en esto del fútbol y que, salvo hazañas aisladas como la del Madrid el pasado año, amenaza con imponer una dictadura casi sin precedentes en el Viejo Continente.
Italia, por su parte, se queda con el mal sabor de boca de haber metido a tres equipos en las tres finales europeas para no ganar ninguna. Fue precisamente el Inter, en 2010 y con José Mourinho a los mandos, el último equipo italiano que logró un título para Italia, en el Bernabeu contra el Bayern de Munich.
