miércoles. 15.05.2024

 

 

Si VOX, en auge tras las últimas elecciones andaluzas, logra entrar en la Asamblea de Ceuta, esta celebraría el 40 aniversario de los primeros comicios democráticos igualando -al menos- el "récord" de partidos presentes en el consistorio. Al menos, porque al margen de la formación liderada por Santiago Abascal, habrá otras opciones que no obtuvieron representación en anteriores comicios y que también podrían tener posibilidades de 'arañar' algún acta de diputado. Ello, dando por hecho que los cinco partidos - PP, PSOE, Caballas, MDyC y Ciudadanos- que superaron el 5% mínimo de votos en 2015 logren mantener su representación.

 

Las primeras elecciones fueron, también, las más tempranas en el calendario. Fue el 3 de abril de 1979 cuando Ceuta elegía a su primer alcalde democrático desde Antonio Sánchez-Prado. En aquella ocasión fue otro médico, Clemente Calvo Pecino, el que lograba una amplia representación al obtener su partido (la Agrupación Electoral Ceutí por un Ayuntamiento Democrático) 12 de los 25 escaños en juego. Los 8 concejales de la Unión de Centro Democrático y los 5 del PSOE completaron un Ayuntamiento en el que se produjo el primer cambio a mitad de mandato: Ricardo Muñoz alcanzaba el bastón de mando, ante la descomposición de la AECAD, un día antes del 23 F.

 

En 1983, Ceuta se sumó a la tendencia nacional y eligió a su primer alcalde socialista desde David Valverde. Francisco Fráiz estuvo al frente de la candidatura del PSOE que logró 12 concejales, frente a los 7 de Alianza Popular y los 2 que lograron, cada uno, el Partido Demócrata Liberal, el Centro Democrático y Social y el Partido Nacionalista Ceutí. Los problemas de Fráiz con la justicia derivaron en una tensa moción de censura, que acabó con varios de sus concejales suscribiendo un acuerdo de gobernabilidad con miembros de la oposición y Aurelio Puya ostentando el bastón de mando desde 1985 hasta el final de la legislatura.

 

Entre 1987 y 1991 se produjo un hecho sin precedentes hasta entonces: que un alcalde aguantara cuatro años en el poder. Fue el socialista Fructuoso Miaja, pese a que su partido perdió 4 actas, el que gobernó en un Ayuntamiento que completaban Alianza Popular y Ceuta Unida cada uno con 6, el PSPC -liderado por Puya- con 3 y el CDS con 2. El apoyo del PSPC y del partido de Suárez permitió a Miaja alcanzar 1991 como alcalde.

 

En ese año, Progreso y Futuro de Ceuta, partido liderado por Francisco Fráiz, alcanzó 11 concejales. Serían las últimas Elecciones Municipales, antes de la aprobación de un Estatuto de Autonomía cuyo desarrollo marcó ese período. Eso, y la condena definitiva a Fráiz, sustituido por su 'segundo', Basilio Fernández, a principios de 1994. PFC gobernó primero con Ceuta Unida (2 diputados), incorporándose después los tres concejales del PSOE encabezados por Carmen Castreño, hoy primera teniente de alcalde de Sevilla. Completaron aquella corporación los dos diputados del PSPC y uno del CDS.

 

El PP despegó electoralmente en 1995, logrando ganar en todas las capitales de provincia del país salvo en La Coruña, las cuatro catalanas y las tres vascas. En Ceuta, no alcanzó la mayoría absoluta, siendo la fuerza más votada con 9 escaños, tres más que el PFC. El acuerdo de los localistas con el PSOE (3) y Ceuta Unida (4), permitía a Basilio Fernández alcanzar la Presidencia de la Ciudad. Sin embargo, pocos meses después su Gobierno quedó en minoría, por lo que PP y PFC se vieron obligados a pactar tras la dimisión del propio Fernández. El PSPC obtuvo 2 escaños y por primera vez en democracia un musulmán, Mustafa Mizzian del Partido Democrático y Social, logró entra en la Asamblea.

 

Cuatro años después se produciría, posiblemente, la mayor conmoción de Ceuta en democracia. El Grupo Independiente y Liberal se quedaba a un puñado de votos de la mayoría absoluta, logrando 12 de los 25 escaños. El GIL situaba al catalán Antonio Sampietro -ex lugarteniente de Jesús Gil en San Pedro de Alcántara- como candidato más votado en una ciudad que apenas conocía. El PP perdió un acta de diputado, pese a aumentar en votos y el PSOE se hundía hasta el mínimo histórico -dos escaños-, viéndose superado en uno por el PDSC. Desapareció todo rastro del localismo clásico en una legislatura que comenzó con un pacto inédito, PP- PSOE- PDSC, que apenas duró un mes: Susana Bermúdez, diputada socialista, firmaba junto al GIL una moción de censura que desalojó a Jesús Fortes de la Presidencia de la Ciudad. No sería, desde luego, el último sobresalto: año y medio después, la consejera de Turismo y persona de confianza de Sampietro, Aida Piedra, firmaba junto a la oposición en bloque una moción de censura que acabó con el número 5 de la 2ª lista más votada, Juan Vivas, como presidente de Ceuta.

 

Vivas ha 'coleccionado' desde entonces mayorías absolutas. Los 19 escaños logrados por el PP en 2003 y 2007 se antojan difíciles de igualar, en unos años en que el PSOE no progresa y la Unión Democrática Ceutí de Mohamed Ali logra ser segunda fuerza política. En 2011, el PP  retrocede por primera vez en la 'era Vivas', perdiendo un escaño en favor del PSOE, que alcanza 16 años después los tres diputados. Nace Caballas, la suma de UDCE y PSPC, que sin embargo no pasa de los cuatro escaños.

 

Las últimas elecciones si contemplan un fuerte voto de castigo al PP, que pese a todo logra el número de escaños -13- justo para gobernar en solitario. El PSOE logra cuatro diputados, siendo el principal partido de la oposición, justo los mismos que Caballas -al que apoya Podemos, que no se presenta- y uno más que el Movimiento por la Dignidad y Ciudadanía, liderado por la ex diputada de la coalición Fátima Hamed. Javier Varga se pone al frente de la emergente Ciudadanos para lograr un acta de diputado. Por tanto, la Asamblea de Ceuta afronta con cinco partidos los comicios del próximo 26 de mayo. La posible entrada de VOX posibilitaría que llegase al 40 aniversario de las primeras elecciones con más incertidumbre que nunca. O, mejor dicho, como fue norma habitual durante el último cuarto del siglo XX.

La Asamblea podría estar más polarizada que nunca a 40 años de las primeras elecciones