La frase se hizo famosa -entonces, lo de viral no existía- con 'La Lista de Schlinder'. El personaje principal lloraba amargamente por no haber podido salvar una vida más, cuando alguien le recordaba un verso de la Torá: quien salva una vida, salva al mundo entero. No hace falta ser un acaudalado y concienciado empresario alemán en el periodo más oscuro de la historia de Europa: usted, yo, cualquiera podemos salvar una vida, salvar al mundo, en apenas diez minutos.
¿Cómo?. Acudiendo al Auditorio del Revellín, a partir de las 09.30 horas. Ahí les espera el personal del Centro de transfusión, tejidos y células de Cádiz, que con una puntualidad exquisita -cada dos meses: la próxima cita, pues, será en la primera o segunda semana de octubre- nos recaban nuestros datos, nos hacen esperar unos minutos y nos llevan a sacarnos medio litro de sangre. Si disponemos de algo más de tiempo, también de plasma.
Blanca Aranda pertenece al Centro de transfusión, tejidos y células de Cádiz. Aclara que "las reservas de sangre siempre son necesarias, pero más aún en verano". El motivo: mucha gente de vacaciones, también los donantes, y "siempre es necesaria una reserva de sangre" para cualquier intervención quirúrgica.
Por ejemplo. A cada donante, se le saca media bolsa de sangre. Se necesita para una operación que vaya bien, sin problemas, una bolsa completa. Si la cosa se complica, evidentemente más. "Si no tenemos sangre, muchas operaciones programadas para la vuelta del verano no pueden realizarse".
La gente en Ceuta, pese a que el calor no invite a salir a la calle ni del agua, responde. "Siempre tenemos unas cien personas por cada día" de donación. Y aclara que los miedos surgidos tras la pandemia entre los donantes "han desaparecido: la gente vuelve con fuerza" y otros tópicos. Los tatuajes "pasados cuatro meses, una persona tatuada puede donar. No es cierto eso de que tener un tatuaje te impida donar sangre".
Nueva oportunidad para salvar alguna vida, pues mañana, desde las 09.30 en el Auditorio del Revellín. Mañana, usted, yo, cualquiera, podemos necesitar esa sangre. Y hablamos de un pinchazo. Volviendo al libro sagrado del judaísmo, ¿tiene usted, mañana, diez minutos para salvar al mundo entero?....
