miércoles. 08.05.2024
FÚTBOL

21 de junio de 1998: veinticinco años de aquel ascenso

Este 21 de junio se cumplen 25 años desde un triunfo histórico: el de la Asociación Deportiva Ceuta frente al Villafranca de Barros. Un triunfo que devolvía, siete años después, al conjunto blanco a la extinta Segunda B. Fue el equipo de los Ariel, Etxarri, Parrado..., con los que recordamos aquellos meses inolvidables para el balompié ceutí.

Una de las alineaciones de aquel año
Una de las alineaciones de aquel año

Suele ser habitual en la historia del fútbol. Un mismo equipo reedita en varias ocasiones el mismo logro, pero por lo que fuera hay plantillas que permanecen más en la memoria que otros. Sea por el carisma y la cercanía de sus jugadores, por ser la primera vez que se consigue algo, por el estilo de juego... Vayamos con algunos ejemplos. El Real Madrid ha logrado ocho Copas de Europa en el último cuarto de siglo, pero en la memoria de los aficionados merengues queda aquella Quinta del Buitre que no logró ninguna. El Barça ha logrado cinco, pero el primer Dream Team de Johan Cruyff logró dejar huella.  A niveles más modestos: el Cádiz CF actual lleva cuatro temporadas en la máxima categoría, algo que no está nada mal, pero en la Tacita nadie podrá competir con la huella de Josef "Pepe"Szendrey, Chico Linares, Carmelo o, por supuesto, Jorge González: Mágico para el resto del mundo, el "mago" desde Cortadura hacia dentro.

Al Ceuta le pasa lo mismo. En los últimos años hemos vivido bastantes más alegrías que decepciones: dos ascensos consecutivos y una remontada para los anales de la historia que dejan intacta la ilusión, casi como nunca antes. Casi: hoy se cumplen 25 años del partido que culminaba dos temporadas de ensueño, de recuerdo, de esas alineaciones que equivalen en la Ciudad Autónoma a aquellas mencionadas. Si en Concha Espina aún se recita de memoria a Butragueño, Martín Vázquez o Sanchís; si en Les Corts Zubizarreta, Koeman, Bakero, Guardiola o Ferrer son el santoral al que encomendarse en las noches de nostalgia, en Ceuta celebra hoy sus bodas de plata un logro repetido a posteriori, pero indeleble. Ariel; Gorri, Garmendia, Etxarri...

Hoy, hace un cuarto de siglo, la Ceuta futbolera estaba dividida en dos: en las escasas posibilidades de España de acceder a la segunda ronda de Francia 98 (el día antes habíamos empatado contra Paraguay, y dependíamos de terceros para superar la primera fase) y la visita del Villafranca de Los Barros. Un modesto equipo de una -dicen- hermosa localidad extremeña, pero ante el que el Ceuta pretendía volver a Segunda B. Pepe Parrado primero y Aquilino Etxarri marcan dos goles que llevan al Murube a la euforia. Un tanto postrero de los extremeños hace temer lo peor, pero el Ceuta saca oficio y madurez para conseguir que no ocurra absolutamente nada fuera de lo previsto. Dos horas después, miles de personas se concentran en la Plaza de África; otras tantas se bañan en la extinta fuente de la Plaza de los Reyes y la ciudad se entrega a la noche más larga en años. Entre los concentrados frente al balcón principal del Consistorio, muchos gritos. Pero uno unánime: "Alvaro Pérez: Ceuta te quiere".

Álvaro Pérez, en una entrevista con la Cadena SER de Canarias
Álvaro Pérez, en una entrevista con la Cadena SER de Canarias

Álvaro Pérez ha llegado meses antes a Ceuta. Su fama de entrenador estricto y sus éxitos en Canarias  (donde, salvo al CD Tenerife ha entrenado prácticamente a todos los equipos representativos de la región) avalan que releve al asturiano José Ramón Pérez 'Moncho'. Recuerda su debut: "El primer partido había llovido todo lo que no estaba en los escritos. El campo embarrado, hicimos un gran esfuerzo y como consecuencia de como se desarrolló todo en ese primer partido que jugamos fuera, se creó una ilusión de que se podía lograr el objetivo. El público era agresivo, pero el equipo se puso el mono de trabajo", comenta.

Todo había comenzado antes. Entremos en contexto: en 1991, desaparece la Agrupación Deportiva Ceuta. Las deudas llevan al club a perder la categoría, comenzando una auténtica travesía por el desierto. El Murube se convierte en un patatal impracticable, salvo un breve periodo en el que sirve de sede del Español de África Rugby Club. Tras ese interín, el abandono es palpable: la hierba llega a alcanzar los tres metros de altura en unas gradas desvencijadas y el fútbol de Ceuta en categoría nacional queda reducido a un emergente Goyu Ryu y a las intentonas de los equipos procedentes de Regional de consolidarse en Tercera. El Atlético acaricia el play off de ascenso a Segunda B en la 93/94, pero no lo logra y desciende al año siguiente; el O'Donnell toma el relevo para protagonizar marcadores de escarnio como una derrota por 10-0 en La Palma del Condado y hay años en los que ni siquiera Ceuta tiene presencia en categoría nacional. Todo cambia en 1996: el Ceutí Atlético sube a Tercera tras una eliminatoria contra el representante de Melilla, y José Antonio Muñoz reaparece para sacarse la espinita de devolver al Ceuta donde lo dejó: en Segunda B. Arma un equipo de garantías; llegan jugadores conocidos como Ricardo Serna (campeón de Europa con el Barça), Gabino Rodríguez, ex del Betis y Español o el ceutí Julio Soler, rutilante estrella del Albacete de Benito Floro o el Betis de Serra Ferrer unos años antes. Pero en el play off final, un dudoso penalti señalado por el madrileño Hevia Obras da el ascenso al Plasencia. Al año siguiente, todo cambia.

Volvemos al mister: "Era gratificante salir por la calle y parecía que en cada metro había dos o tres aficionados del Ceuta. Todo eso se plasmó: hablaban del fútbol, de la idea, de la ilusión el mayor, el más pequeño y el de en medio. Cualquier punto de la sociedad ceutí. Se vivía ambiente de fútbol. Lo tienen que recordar con muchísima ilusión todos los jugadores, no solo de ese año sino los que vinieron después". Entre los líderes, la conexión en el campo, "no hubo un líder, sino fue el colectivo, pero ahí teníamos a Parrado o Aquilino Etxarri".

Este anda vinculado al mundo del deporte: en el País Vasco es comercial de una firma deportiva, Errea. "Quien me habló de Ceuta fue Luis Garmendia. Me animó a ir.  Y fue un gran acierto. La ciudad estaba volcada con el equipo y la verdad que teníamos un equipazo. Y me sentí como en casa desde el principio. Fue uno de los grandes momentos de mi carrera deportiva", dice quien debutara tres años antes en primera defendiendo la elástica del Valencia o quien fuera capitán del último Sanse (actual Real Sociedad B), en el que figuraban Alkiza o De Pedro. Autor de aquel gol de cabeza que firmaba el ascenso.

Akilino Etxarri, el 'diesel' de aquel equipo de leyenda/ Redes sociales
Akilino Etxarri, el 'diesel' de aquel equipo de leyenda/ Redes sociales

Pepe Parrado anda en su Sevilla natal. Es actualmente vigilante de seguridad, "aunque volveré al fútbol como entrenador". Del Ceuta: "Tenía buenas referencias gracias a mi compañero  Edu Carreira, (fue el que me puso en contacto con el presidente). Tuve mis dudas de bajar de categoría para jugar en Tercera, pero, el proyecto era ilusionante. Esperaba un equipo con menos nivel del que me encontré. De Ceuta, ya me dijeron que era muy familiar y así fue, una época que no olvido".  Venía del San Pedro, entonces en Segunda B, pero no se arrepintió: "Recuerdo la celebración por todo lo alto, apoyado por una afición inigualable. Además, la directiva y los medios de comunicación eran muy cercanos en el trato con los futbolistas, algo difícil de encontrar en fútbol . Fue una temporada redonda.  Había una plantilla de jugadores muy completa con un buen ambiente en el vestuario y fuera de él", explica.

Pepe Parrado, en la actualidad/ Cedida
Pepe Parrado, en la actualidad/ Cedida

Del ambiente también habla Toni León. Lesionado buena parte de la temporada, se recuperó en el tramo final de la campaña. Y lo hizo para marcar un tanto decisivo: el del primer partido ante el Guadalajara en casa. Luego llegarían el Poli Ejido (gran rival del Ceuta en aquella liguilla) y el cuadro de Villafranca. "Cada partido fue un momento clave. Eran momentos, los de la liguilla, en los que no se podía fallar. Aquel partido se nos apuró un poco pero lo sacamos. Se empató en El Ejido, volvimos a ganar en casa, pero éramos conscientes de que esos momentos claves no admitían posibilidad de fallo". El llegó "la primera temporada, con el Ceutí Atlético, y vimos que lo que nos comentaron era realidad. Empezaron a llegar jugadores de un nivel alto, y se pudo conseguir aquel primer año el ascenso. Se logró en la segunda temporada, sin embargo". León hoy es comercial y entrenador nacional. Por cierto, que hace años dirigiendo al Carlota en la provincial sevillana se midió a un técnico que hoy conocemos de sobra: José Juan Romero, que debutaba aquel año como entrenador del Gerena. "Me empató en casa y en su campo perdimos 3-2·", recuerda.

Toni León, a la derecha
Toni León, uno de los héroes de aquel Ceuta, a la derecha

Todos hablan sobre la posibilidad del reencuentro. "Algo que nos gustaría, pero es complicado por las obligaciones que tenemos todos ya en la vida", cuenta el único de aquellos que llegaron que aún permanece en nuestra ciudad. Ariel Romero recuerda que "he vivido ascensos, he jugado en Uruguay, he subido con el Real Murcia, pero no he vivido nada como aquel año". Para el "fue fundamental tanto el gol de Toni contra el Guadalajara como la llegada de Álvaro. Nosotros teníamos un equipo individual, pero poco trabajado. En tres semanas nos puso finos, nos dio un orden táctico y la historia es la que sigue". Para el "Toni, con unos bemoles más grande que su cuerpo, marcó un gol en el que se jugó una fractura de pierna". Sobre su llegada a Ceuta "de la ciudad no sabía nada. Solo me dejé llevar por algunos nombres. Luego fue fenomenal todo". Tan fenomenal que, como decíamos, es el único asentado en la Ciudad Autónoma de los protagonistas de aquel reportaje. El fue el portero de aquellos dos años: los del Benoliel -míticos los tambores de aquel detergente de similar nombre con los que acudían muchos aficionados al campo de las Meriníes- y el que comenzó en Villajovita para acabar en el Murube. Porque de aquella temporada, no solo queda el ascenso, sino la remodelación de Alfonso Murube. Victoria por 4-2 frente a un Algeciras que también subiría aquel año tras una épica victoria en La Roda (Albacete) para reinaugurar el campo. Queda aquella portada de Marca "Ceuta, qué pasión", con la que el rotativo trataba de explicar que demonios hacían 5.000 personas viendo al Rayo Linense o aquel reportaje de "El Día Después" con nuestro James Bond: un camerunés residente en Calamocarro que compartía nombre con el espía más célebre de la ficción y que soñaba con vestirse de corto con el equipo en el que llegó a entrenar.

Ariel Romero, en el césped del José Alvalade, junto al ex jugador del Ceuta y posteriormente entrenador del Sporting de Portugal, Jorge Silas
Ariel Romero, en el césped del José Alvalade, junto al ex jugador del Ceuta y posteriormente entrenador del Sporting de Portugal, Jorge Silas

Dos días después de aquello, España goleaba por 6-1 a Bulgaria, pero Paraguay se impuso por 3-1 a Nigeria y los de Javier Clemente, entre los grandes favoritos, se volvían a casa a las primeras de cambio. En un pequeño lugar del norte de África la decepción era menor que en el resto del país. La Asociación, el Ceutí, el Atlético, la Agrupación Deportiva Ceuta F.C:  como quieran llamarlo - están pensando en beatificarlo iglesias, sinagogas y mezquitas: que no hay equipo que muera mas veces, que desaparece y resucita, dice la copla- volvía por sus fueros. 21 de junio de 1998. La noche en que Ceuta entera se tiró a la calle para celebrar la victoria ante un modesto equipo extremeño.

21 de junio de 1998: veinticinco años de aquel ascenso